txumino: nosotros lo valemos

domingo, julio 27, 2008

Cómo llenarte, soledad

Cómo llenarte, soledad,
sino contigo misma...

De niño, entre las pobres guaridas de la tierra,
quieto en ángulo oscuro,
buscaba en ti, encendida guirnalda,
mis auroras futuras y furtivos nocturnos,
y en ti los vislumbraba,
naturales y exactos, también libres y fieles,
a semejanza mía,
a semejanza tuya, eterna soledad.

Me perdí luego por la tierra injusta
como quien busca amigos o ignorados amantes;
diverso con el mundo,
fui luz serena y anhelo desbocado,
y en la lluvia sombría o en el sol evidente
quería una verdad que a ti te traicionase,
olvidando en mi afán
cómo las alas fugitivas su propia nube crean.

Y al velarse a mis ojos
con nubes sobre nubes de otoño desbordado
la luz de aquellos días en ti misma entrevistos,
te negué por bien poco;
por menudos amores ni ciertos ni fingidos,
por quietas amistades de sillón y de gesto,
por un nombre de reducida cola en un mundo fantasma,
por los viejos placeres prohibidos
como los permitidos nauseabundos,
útiles solamente para el elegante salón susurrado,
en bocas de mentira y palabras de hielo.

Por ti me encuentro ahora el eco de la antigua persona
que yo fui,
que yo mismo manché con aquellas juveniles traiciones;
por ti me encuentro ahora, constelados hallazgos,
limpios de otro deseo,
el sol, mi dios, la noche rumorosa,
la lluvia, intimidad de siempre,
el bosque y su alentar pagano,
el mar, el mar como su nombre hermoso;
y sobre todo ellos,
cuerpo oscuro y esbelto,
te encuentro a ti, tú, soledad tan mía,
y tú me das fuerza y debilidad
como el ave cansada los brazos de la piedra.

Acodado al balcón miro insaciable el oleaje,
oigo sus oscuras imprecaciones,
contemplo sus blancas caricias;
y erguido desde cuna vigilante
soy en la noche un diamante que gira advirtiendo a los hombres,
por quienes vivo, aún cuando no los vea;
y así, lejos de ellos,
ya olvidados sus nombres, los amo en muchedumbres,
roncas y violentas como el mar, mi morada,
puras ante la espera de una revolución ardiente
o rendidas y dóciles, como el mar sabe serlo
cuando toca la hora de reposo que su fuerza conquista.

Tú, verdad solitaria,
transparente pasión, mi soledad de siempre,
eres inmenso abrazo;
el sol, el mar,
la oscuridad, la estepa,
el hombre y su deseo,
la airada muchedumbre,
¿qué son sino tú misma?

Por ti, mi soledad, los busqué un día;
en ti, mi soledad, los amo ahora.

- Luis Cernuda (porque él sí que sabía explicarlo).


martes, julio 08, 2008

I can't stop this feeling

Me lo paso de coña!! Lalalalalala!!

sábado, julio 05, 2008

Moussaka

Se lava medio kilo de berenjenas y se cortan sin pelar en rodajas o en tiras de medio centímetro aproximadamente. Una vez hecho esto, se espolvorean las rodajas con sal y se dejan reposar en un colador con un plato que haga peso sobre ellas durante una hora.
Por otro lado, se pela y pica una cebolla pequeña y un tomate maduro grande. Se pone un poco de aceite en una sartén para sofreír la cebolla, y cuando esté pochada se añaden unos 400 gr. de carne picada (preferiblemente de cordero) y se esparce con un tenedor. Una pizca de orégano en la carne en este momento es ideal. De esta manera dejamos que se cueza la carne a fuego lento durante media hora.
Hacia el final de la cocción, se sazona la carne con sal y con un poco de pimienta.
Pasado este tiempo es el momento de secar las berenjenas con papel de cocina y freírlas con abundante aceite hasta que se doren por los dos lados. Una vez hecho esto, se sacan y escurren sobre papel de cocina.
Se engrasa ligeramente un molde de horno con mantequilla, se espolvorea un poco con pan rallado y se coloca una base de rodajas o tiras de la berenjena que hemos frito. Por encima de éstas se pone la carne picada condimentada y se cubre con otra capa de rodajas de berenjena.
Es necesario preparar bechamel para hacer un recubrimiento al plato. Una vez cubierta, se hornea a unos 180 grados media hora aproximadamente, aunque puede que necesite un poco más para que se dore la bechamel.
Finalmente, espolvoreamos por encima con queso rayado unos minutos antes de sacar del horno.